10 Julio. “Existe una probabilidad mayor del 90% de que El Niño continúe durante el invierno de 2015-2016 del Hemisferio Norte, y alrededor de 80% de que persista hasta temprano en la primavera del 2016”.
Eso refleja el nuevo informe del Centro de Predicciones Climáticas/NCEP/NWS y el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad, emitido ayer 9 de julio.
Según el documento científico, las características oceánicas y atmosféricas, colectivamente, reflejan la continuación y el fortalecimiento de El Niño.
“Casi todos los modelos predicen que El Niño continuará en el invierno del 2015-16 del Hemisferio Norte, con los promedios de muchos modelos prediciendo un evento fuerte durante el periodo de su máxima fortaleza”, sostiene el informe.
Puede ser largo
Abdel García, técnico de investigación en cambio climático del Centro Humboldt, afirmó que varios centros especializados coinciden en ese pronóstico acerca de El Niño.
“Los boletines de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) ya lo están advirtiendo, el boletín climático del Servicio Meteorológico de Cuba también lo está diciendo y si entras a la página de la Comisión Nacional de Agua de México, que es como el Ineter de nosotros, también ya lo está diciendo. Entonces, muchos de los centros de vigilancia regionales ya lo están advirtiendo: hay un 90% de posibilidades de que sea fuerte el fenómeno El Niño para lo que resta del invierno y un 80 a 85% de que se extienda hasta el próximo año”, refirió García.
La temperatura de las aguas en el océano Pacífico, a una profundidad de 100 metros, son un indicador determinante para los centros de vigilancia, la cual se ha estado incrementando en los últimos meses (mayo, junio y julio) y hay una tendencia a que se mantengan altas, explicó García.
“Para nosotros eso significa aumento de temperaturas y reducción de precipitaciones, pero en el tema de las precipitaciones es algo relativo, porque por otro lado se podrían presentar precipitaciones intensas. Es decir, podrían haber episodios de días largos con lluvias y episodios de días largos sin lluvias, como los que pasaron al inicio de junio”, comentó el experto del Centro Humboldt.
Las variaciones en el clima provocan incertidumbre en el sector agropecuario de Nicaragua, al menos en el que se ubica en el Corredor Seco del país que depende mucho de las lluvias que caen durante el período del invierno.
En el 2014, de las primeras 150,000 manzanas de frijoles que se sembraron en el subciclo de primera se perdieron alrededor de 30,000, y de las primeras 200,000 manzanas de maíz que se sembraron hubo una pérdida de 50,000 manzanas, añade Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic).
Sin embargo, Healy asegura que no habrá problemas con la seguridad alimentaria en el país.
“Que haya exceso de lluvias en pocos días, como que haya déficit de lluvias en días prolongados, no favorece a la agricultura, no favorece a las zonas de recargas hídricas. Lo normal sería que se distribuyan las lluvias”, aseveró García.
Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni