Costa Rica: Ministro de Economía rechaza petición de diputados de frenar importación de arroz de Argentina y Uruguay

MEIC MAG Welmer Ramos

02 Febrero. El hasta hoy ministro de Economía, Wélmer Ramos, rechazó una moción de los diputados de la Comisión de Agropecuarios, quienes le solicitaron al gobierno tomar las medidas necesarias para frenar la importación de arroz pilado (sin cáscara) con el argumento de que se está arruinando al productor nacional.

En criterio de Ramos, quien renunció hoy a su cargo para dedicarse a una precandidatura presidencial por el PAC, la moción responde «al calor de una petición de un sector», el arrocero, y no solventará la problemática del mercado arrocero costarricense.

«Ellos (los diputados) lo que hacen es decir que se frenen las

importaciones, esa es la conclusión a la que llegan, pero la complejidad de un mercado como el arrocero es muchísimo mayor, e implica tener un balance entre tres o cuatro actores: el consumidor final, el productor y los industriales», estimó.

Ramos explicó a La Nación que la moción aprobada por unanimidad, en la Comisión de Agropecuarios, no sería ejecutable pues el Poder Ejecutivo carece de instrumentos técnicos que le permitan parar del todo la importación de arroz.

«Yo creo que es una preocupación muy válida que tienen los diputados, pero no hay un ente en el Estado que tenga el poder de decir que se van a parar las importaciones sin que veamos esto dentro de la complejidad de tratados de libre comercio que hay que respetar, acuerdos en la Organización Internacional del Comercio (OMC) y esto hay que actuarlo con esos equilibrios y restricciones que tenemos», recalcó.

Los diputados calificaron de urgente que el Ejecutivo cierre las fronteras al arroz pilado que se importa principalmente de Argentina y Uruguay. Alegan que, por su precio más bajo, estas importaciones están quebrando a los productores de arroz nacionales, que no pueden competir en costos.

Al consultársele al ministro Ramos si considera proteccionista la moción avalada en el Congreso, contestó: «Es más ‘nacionalista’ porque uno se preguntaría ¿protección para quién? Si el precio del arroz bajara por venir de afuera, el importador lo que haría es ganar más margen y no va a bajar el precio al consumidor. Entonces ¿protección a quién?».

En Costa Rica, el precio del arroz lo regula el Gobierno, de manera que importadores y productores nacionales compiten por vendérselo a los industriales y comerciantes a precios por debajo de los fijados por el Ejecutivo.

Estas declaraciones de Ramos fueron concedidas antes de conocerse que renunciaría al cargo.

Este gobierno, hace dos años, ya había tomado la decisión de subir los aranceles a la importación de arroz pilado de un 35 a un 62%, con el objetivo de frenar la importación del grano para beneficiar a los productores nacionales. La idea es que mientras rija esa medida, entre el 2015 y el 2019, los productores nacionales mejoren su competitividad para que los precios bajen y se acerquen a los externos.

No obstante, los diputados consideran que la problemática de los productores nacionales del grano solo se solucionará cerrando del todo la frontera al arroz extranjero.

Esto porque, después de duplicar el arancel, Costa Rica decidió en abril del 2015 reducirlo a un 35% para las cuotas de importación de arroz de Argentina y Uruguay, para evitar una posible demanda de esas naciones ante la OMC.

En ese momento, el gobierno otorgó a Uruguay una cuota de 6.960 toneladas métricas anuales de arroz pilado exentas de la aplicación de la salvaguardia; en el caso de Argentina, podrá enviar cada año a Costa Rica 3.786 toneladas de arroz pilado, exentas del impuesto a la importación.

La novela arrocera siguió el año pasado, cuando el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), alistó un decreto de desabastecimiento para autorizar la importación de arroz sin pagar un 33,10% de aranceles. La medida molestó a los productores nacionales y a los diputados que los defienden.

Para Welmer Ramos, la complejidad del mercado local arrocero no se solucionará con la petición que los diputados hicieron al Poder Ejecutivo.

«El gobierno no tiene mecanismos para frenar la importación del arroz. Por el simple hecho de que quisiera frenarlo no, si hay elementos para determinar que se está provocando una distorsión por una salvaguardia o un domping, ahí sí podríamos actuar, pero por simple voluntad política no se puede, porque está normado por tratados y la OMC», defendió su punto el jerarca.

Encontronazo. Esa posición del titular del MEIC no agradó a los diputados de la Comisión de Asuntos Agropecuarios.

Danny Hayling, limonense que representa a Liberación Nacional (PLN) en ese panel, dijo que se mantendrá firme en defensa de la solicitud hecha al Poder Ejecutivo el pasado 18 de enero.

«No es de recibo la opinión del ministro porque para eso el Poder Ejecutivo tiene oficinas reguladoras de la importación de bienes y tiene representación en entidades como la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) donde se fijan pautas a seguir. Esta moción no fue producto de una calentura de los diputados, sino que surgió de la necesidad de proteger al productor nacional de las consecuencias de la competencia desleal», dijo.

La diputada de Acción Ciudadana (PAC), Marlene Madrigal, dijo que si bien el ministro Ramos pudiera tener razón en cuanto a la imposibilidad de frenar las importaciones de arroz, es necesario poner la lupa sobre el comportamiento y los efectos de los compromisos que el país adquirió en los tratados comerciales.

«Como país deberíamos ya de haber buscado un portillo para defender algo tan sensible como el arroz y los frijoles, que son la base de la seguridad alimentaria de este país. Cualquier costarricense tiene la autoridad y el derecho de gestionar hasta lo imposible y luchar por un tema de urgencia económica y social», opinó.

Su compañero de fracción, Javier Cambronero, fue tajante en que el Gobierno no debe renunciar a priori a echar mano de aquellos mecanismos que permitan una ventaja para los productores nacionales arroceros.

«Respeto profundamente la opinión del ministro del MEIC, pero hay regulaciones al mercado del arroz. La crisis del sector arrocero nuestro es producto de las importaciones indiscriminadas y se tienen que activar las salvaguardas. No puede ser que el arroz pilado entre por la libre. Todos los diputados no hemos unido para exigir la participación del MEIC y del MAG porque no podemos dejar a los productores nacionales, que cada vez son menos, abandonados», reclamó.

En las últimas horas los productores arroceros aumentaron la presión para que el Poder Ejecutivo frene la traída del cereal del exterior y ejecute políticas para aumentar su competitividad y su producción.

Fuente: http://www.nacion.com