Colombia: Bajar arancel al arroz es la ruina del sector

Rice-Longgrain

18 Febrero. El programa Colombia Siembra, la bandera de este Gobierno para plantar un millón de nuevas hectáreas al 2018, ya sufrió la primera gran baja: los arroceros.

Y no es para menos. El Gobierno Nacional bajaría a cero los aranceles a las importaciones de arroz, lo que significa que podrá entrar grano de cualquier parte del mundo.

Los arroceros dan un paso al costado, porque simplemente, en su concepto, nadie va a sembrar para quebrarse.

De acuerdo con Rafael Hernández Lozano, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, esa medida va en contra vía de la política estatal, que supuestamente pretende sustituir las importaciones.

“Se habla de colocar en cero el arancel y autorizar la entrada de 400 mil toneladas de arroz blanco, lo que sería la ruina para el sector, porque llevadas a arroz paddy seco (con cáscara) serían 700 mil toneladas”, agregó.

El directivo dijo que a esa cifra hay que agregarle 110 mil

toneladas de la subasta, 230 mil toneladas de inventario y otras 250 mil toneladas que faltan por cosechar.

Lo anterior significa que se tendrían 1,3 millones de toneladas de paddy, que si se divide por el consumo mensual, que es de 240 mil toneladas, se tendrá inventario para seis meses.

“Se llegaría a julio y agosto, meses de la cosecha grande, con un fuerte inventario, lo que de manera inmediata tiraría al suelo los precios del productor nacional”, sostuvo el directivo.

Hernández Lozano dijo que con esa medida el Gobierno pretende bajar los precios del arroz y, a su vez, controlar de cierta forma la inflación.

“Yo llevo muchos años en Fedearroz y a la fecha no he visto que una importación haya bajado el precio al consumidor, y sí se quedan con la plata en el bolsillo los que importan el arroz y toda la cadena de intermediación, como la industria y el comercio que participarán de esa negociación”, aseveró.

Dobles posturas

Hernández Lozano argumentó que no entiende los bandazos del Gobierno Nacional, porque, en primera instancia, los mandó a sembrar arroz para sustituir las importaciones de alimentos y ahora, literalmente, le abre las puertas a la entrada del grano, medida que en nada favorece la producción nacional de alimentos. “Lo grave es que muchos arroceros, asusados por el Gobierno, ya compraron sus semillas e insumos, porque se tenía una proyección de 350 mil hectáreas en el primer semestre y 160 mil para el segundo”, dijo.

Fuente: www.vanguardia.com