Al impulso de una sorpresdiva demanda desde Cuba y a un retorno del interés desde Brasil por el arroz uruguayo, el sector arrocero pudo colocar un 87% de lo producido en la cosecha pasada, cuando hace unos meses atrás la perspectiva era bastante compleja. A fines de junio la colocación era de un 11% y era del 40% a mediados de septiembre.
A pesar de que hubo una baja en la pretensión de los arroceros uruguayos en cuanto al precio de colocación -les ayudó la suba del dólar-, durante el último trimestre destinos que no se esperaba fueran importantes en volúmenes, especialmente Cuba, dieron dinámica a la exportación del cereal.
En el caso del país caribeño, compró casi 100 mil toneladas de arroz uruguayo de la última zafra. Aunque hace algunos años Cuba había llegado a comprar casi 25 mil toneladas, en la compra del arroz de la cosecha de 2018 no tuvo ninguna participación.
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